I punt

Tot gira

Desde el pasado mes de Enero que no escribía nada, demasiadas cosas acontecían, varios escritos rotos, demasiados borradores, y al final, no publicaba nada. Demasiadas dudas. Finalmente las cosas se aclararon. Confabulaciones laborales, ciertas malas leches y, porque no decirlo, mucha mala hostia, hizo que se deshojara la margarita y, al mismo tiempo que yo presentaba la dimisión de mi cargo, me destituían del mismo.

Hay gente que su ego le brota por las orejas, los miras, les ves algo raro en el lóbulo y si nos pudiéramos o quisiéramos acercar, observaríamos el ego que brota a borbotones por el canal auditivo.

Sea como fuera o fuese, desde ese momento hasta ahora, apenas he podido hacer nada más que estar y estar tranquilo. Todas mis energías las he dedicado a ello, a mi interior, a que la calma y la seguridad del trabajo bien hecho, o si más no, hecho como se podía hacer, vencieran a las ganas de dar dos gritos o, porque no decirlo, algún que otro escupitajo de aquellos que practicábamos de peques delante de la apuesta “a ver quien llega más lejos”.

Al tema se merecía mi quietud, el apoyo a los compañeros, la ayuda y complicidad a los estudiantes para que no se sintieran descolocados, y sobre todo, dejar que el tiempo de y quite razones, y el tiempo ya está escribiendo al dictado de la realidad.

En estos tiempos de confusión la quietud, y la contemplación son válidas

Pero va bien aderezarlas con algo de movimiento.

Sigo corriendo, a veces programado, con ritmo y coherencia; otras, compulsivamente y ha mala hostia desbocando mi corazón a ritmos imposibles, diría yo que cual regetton envenenao.

Otros 10km cayeron, mejoré mi marca en 6 min, y, como no, volví a quedar último. Al final será verdad que los último serán los primeros.

En este tiempo he recibido algún que otro comentario. Normalmente siempre respondo públicamente haciendo partícipes a todos de todo. Disculpas, no tenía fuerzas. Pero ahora empieza un nuevo tiempo…estoy seguro.

He cambiado el estilo del blog, no os perdís los enlaces, dos maravillosas páginas, una de fotos donde podries ver a mis dos hijos y las maravillas artísticas de Dani, y el otro, es de un crack, yo diría megacrack. ¡Con un par!

Marfil, ànims i ànims, ja he tornat, segueix el camí però pensa que a vegades tomba, gira i gira…