I punt

Es en el hablar donde encontramos al otro, es en el sentir, donde a menudo, nos encontramos a nosotros mismos

Aquella tarde el calor era insoportable. La playa de Azahara de los Atunes, en la costa Occidental de Cádiz, les había recibido para pasar, lo que a la postre, seria su primer y único fin de semana . Habían esperado varios años, o quizás más, no se acordaba bien.
Aquella habitación de hotel con ventilador de aspas al techo, balcón de porticones grandes y de una madera gastada, cama de cabecera y pies de la herrería típica del sur, decorada con una suave línea de azulejos sevillanos en el alféizar de la cama... y ella, siempre ella, echada en la cama con el cabello un lado, los ojos medio abiertos, la boca otro tanto, y el contorno de sus afilados y dulces hombros reluciendo al abrigo de ese rayo de sol, el último, de este apasionado y apasionante atardecer gaditano.

Dime tus palabras amor mío
que sin tus palabras me encuentro perdido
que sin tus palabras soy un pescaito
que no tiene rió
un niño en la playa
que no tiene arena ni cubito

Susurraba esta preciosa canción en el lóbulo de su dulce y delicada oreja. A cada palabra ella, arqueaba ligeramente su cuerpo y se apretaba a él para sentirlo más. Yacían ambos de lado en la cama. Él, sus labios en el cuello de ella. Ella, asía las manos de él sobre sus pechos. Una tarde de amor, una tarde de sentir, de rozar, de gozar...con un calor abrasador y un ventilador que cada minuto oscilaba lentamente dos veces por encima de sus cabeza, haciendo que sus cabellos se revolotearan y le cubrieran, a veces, parte de sus pechos, y otras su cara.

Los dos desnudos en Azahara de los Atunes. Al fondo, el rugir del mar que soplaba fuerte. El viento de levante había hecho levantar la marea, y un ligero rugir hacía emocionar aún más a nuestros dos personajes. Ella, a cada rugir de olas, a cada beso de él, a cada mover, a cada sentir, se acercaba más a su cuerpo, lo ahogaba en su interior, como si tuviera miedo a no se sabe bien porque, se fuera de repente.

-Que te ocurre?- le pregunto él ante su evidente nerviosismo
-Res, aviat t'aniras, com sempre, i jo em quedaré aquí... com sempre. Recordaré els teus llavis i la teva pell, sentiré el teu cos sense ser-hi, sentiré la teva veu, sentiré el teu cor. T'aniràs i jo, com sempre, cridaré i cridaré i t'ho faràs com que no em sents, com que no coneixes d'on venen aquelles veus que sempre sents i que fas com si no existeixin...

Hablaba mientras besaba suavemente su boca, mordiéndole los labios y arqueando su cuerpo, apretando su pelvis y su pubis , ahogando su respiración, seccionando su circulación, sintiendo todo su ser.

Tienes un corazón herido y la incredulidad se ha apoderado de ti,
Se que dentro de ti quisieras poder creer en mis palabras,
Pero el pasado ya hirió nuestras almas y se que tardarán en reponerse.
No nos queda mas que seguir en esta vida, llena de envidias,
interrogantes y sueños.
Pero se con certeza que en mi vida siempre estarás, como lo mas
grande, valioso y dichoso,
Aunque tal vez nunca termines de entenderlo.